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Didáctica

Comentario de cuentos: teoría

En 1928, el antropólogo y lingüista ruso Vladimir Propp (1895-1970) publicó un libro revolucionario: Morfología del cuento. Después de leer multitud de ellos y de estar al corriente de los trabajos comparativos que muchos de sus colegas llevaban a cabo, Propp se planteó: ¿qué es un cuento tradicional?, ¿qué lo caracteriza? Influido por los avances de las ciencias experimentales (particularmente, de la biología), Propp se percató de que otros científicos habían sido capaces de clasificar los diferentes tipos de plantas, mamíferos o animales invertebrados atendiendo a criterios como la forma, el tamaño o la composición interna, y se preguntó si no sería posible hacer lo mismo con el cuento. Es decir: se cuestionó si no sería posible descubrir su morfología. Y descubrió que sí, que en el ámbito del cuento popular (ojo: no en del cuento de autor) sí es posible realizar "el estudio de las formas y el establecimiento de las leyes que rigen su estructura" (Propp, 2020, p. 5).

Con este planteamiento, Propp postuló que "en el estudio del cuento lo único importante es la cuestión de saber qué hacen los personajes", en tanto que "quién hace algo y cómo lo hace son cuestiones que solo se plantean accesoriamente" (Propp, 2020, p. 30). Es así como llegó a plasmar su conocida teoría de las funciones: "las funciones son las partes constitutivas fundamentales del cuento", entendiendo por función "la acción de un personaje, definida desde el punto de vista de su significado en el desarrollo de la intriga" (Propp, 2020, p. 32). O, en otras palabras, la función es el qué sucede o el qué suele suceder en los cuentos tradicionales.

Por último, y acaso sea esto lo más radical y sorprendente, Propp aseguró que estas funciones (que a priori podrían concebirse como infinitas) son, en realidad, muy limitadas: él identificó 31, que son las que configurarían "la base morfológica de los cuentos maravillosos en general" (Propp, 2020, pp. 37-38). La identificación de cuáles de esas funciones aparecen en un relato tradicional (y en qué orden) constituye, por tanto, la primera vía de profundización en él. De modo que, si queremos abordar el análisis de un cuento tradicional siguiendo la metodología de Vladimir Propp, habrá que tener en cuenta el siguiente esquema, que recoge las 31 funciones por él definidas:

1. Alejamiento. Uno de los miembros de la familia se aleja de la casa.

2. Prohibición. El héroe es objeto de una prohibición.

3. Transgresión. La prohibición es transgredida.

4. Interrogatorio. El agresor intenta obtener informaciones.

5. Información. El agresor recibe informaciones sobre su víctima.

6. Engaño. El agresor intenta engañar a su víctima para apoderarse de ella o de sus bienes.

7. Complicidad. La víctima se deja engañar y ayuda así a su enemigo, a pesar de ella misma.

8. Fechoría. El agresor hace sufrir daños a uno de los miembros del a familia o le causa un perjuicio. Incluye una variante: carencia (algo le falta a uno de los miembros de la familia, uno de los miembros de la familia tiene ganas de poseer algo).

9. Mediación o momento de transición. Se divulga la noticia de la fechoría o de una carencia, alguien se dirige al héroe con una petición o una orden, se le envía o se le deja partir.

10. Principio de acción contraria. El héroe-buscador acepta o decide actuar.

11. Partida. El héroe se va de casa.

12. Primera función del donante. El héroe es sometido a una prueba, un cuestionario, un ataque, que le prepara para la recepción de un objeto o de un auxiliar mágico.

13. Reacción del héroe. El héroe reacciona a las acciones del futuro donante del objeto.

14. Recepción del objeto mágico. El objeto mágico se pone a disposición del héroe.

15. Desplazamiento en el espacio entre dos reinos o viaje con guía. El héroe es transportado, conducido o llevado cerca del lugar donde se encuentra el objeto de su búsqueda.

16. Combate. El héroe y su agresor se enfrentan en un combate.

17. Marca. El héroe es marcado.

18. Victoria. El agresor es vencido.

19. Reparación. El daño inicial es reparado o la carencia colmada.

20. Regreso. El héroe vuelve.

21. Persecución. El héroe es perseguido.

22. Socorro. El héroe es socorrido.

23. Llegada de incógnito. El héroe llega de incógnito a su casa o a otra comarca.

24. Pretensiones mentirosas. Un falso héroe hace valer pretensiones mentirosas.

25. Tarea difícil. Se propone al héroe una tarea difícil.

26. Tarea cumplida. La tarea es cumplida.

27. Reconocimiento. El héroe es reconocido.

28. Descubrimiento. El falso héroe o el agresor, el malvado, es desenmascarado.

29. Transfiguración. El héroe recibe una nueva apariencia.

30. Castigo. El falso héroe o el agresor es castigado.

31. Boda. El héroe se casa y asciende al trono.

Por último, y para completar un hipotético comentario de cuentos tradicionales en base a la metodología de Vladimir Propp, hay que tener en cuenta que, según su teoría, estas 31 funciones se reparten entre 7 personajes básicos o actantes: 1) héroe, 2) falso héroe, 3) agresor, 4) donante de objeto mágico, 5) víctima, 6) auxiliares del héroe y 7) mandatario.

La identificación de funciones y la asignación de actantes o personajes básicos constituye, por tanto, la primera tarea a realizar si queremos analizar un cuento siguiendo la metodología de Propp. A ello podrían sumarse otras con las que se iría alcanzando, progresivamente, una mejor comprensión del texto analizado. Se podrían examinar, por ejemplo, las razones que mueven a los personajes a actuar, las características físicas y psicológicas que los definen, si estas albergan algún tipo de significación simbólica, etc.

Expuesta la teoría, lo que proponemos en los siguientes enlaces es la práctica: concretamente, el comentario de dos cuentos tradicionales siguiendo la metodología de Vladimir Propp. Los relatos escogidos son Juan el Oso y Los siete cuervos, ambos recopilados por Antonio Rodríguez Almodóvar en el tomo I de sus Cuentos al amor de la lumbre (Madrid: Alianza, 2015).

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