top of page

Nociones básicas

Mujeres valientes protagonistas

       Desde una perspectiva de género, hay que tener en cuenta la aportación que los estudios feministas han realizado en torno al campo del folclore, como se afirma en la extensa enciclopedia sobre los cuentos editada por Haase: “La crítica feminista ha influenciado profundamente la investigación sobre el folclore y los cuentos de hadas y ha conducido a la reevaluación de las tradiciones canónicas y de las construcciones disciplinarias, así como a la revalorización de las tradiciones por parte de las escritoras mujeres” (VVAA, Encyclopedia of folktales and fairy tales, p. 336). Sin embargo, también han contribuido a crear una corriente muy crítica con los valores patriarcales transmitidos en los cuentos con la que no estamos tan de acuerdo, porque las versiones tradicionales, como veremos, estaban llenas de protagonistas femeninas muy activas y valientes, como veremos.

​

      Entre las pioneras  del movimiento contra los arquetipos femeninos de los cuentos, destacan las críticas ya a mediados del siglo XX, que vinieron de la pluma de Simone de Beauvoir en el extenso ensayo El segundo sexo (1949), obra fundacional del feminismo, en la que estudia a la mujer como un constructo social al servicio del hombre y donde denuncia la pasividad de las heroínas tradicionales presentadas como víctimas que siempre esperan que las salve un hombre; la mujer aprende que para ser feliz hay que ser amada; para ser amada tiene que esperar el amor: “La mujer es la Bella Durmiente, Piel de asno, Cenicienta, Blancanieves, la que recibe y sufre. En las canciones y en los cuentos, vemos al joven que sale valientemente en busca de la mujer; descuartiza dragones, combate con gigantes; ella está encerrada en una torre, un palacio, un jardín o una caverna, encaramada a una roca, cautiva, dormida” (Beauvoir, 1998: 33). Pero, creemos que la culpa no la tienen los cuentos. Hay que reconocer que la sociedad ha sido patriarcal desde muchoantes, y no solo sus cuentos, ha venido relegando a las mujeres a estereotipos pasivos y sometidos. Santo Tomás, por ejemplo, opinaba que “las mujeres son hombres que fueron mal formados, que quedaron deficientes”, como se puede comprobar en el estudio de Margaret Randall (1975). La perspectiva patriarcal era, por lo tanto, tan arcaica como todos los testimonios de la Biblia, en la que ya era una mujer, Eva, la causante de todos los males.

 

      Por otra parte, en cuanto al papel de la mujer en los cuentos tradicionales, el desconocimiento de los orígenes de la tradición oral parece la causa principal de las críticas de sexismo hacia los cuentos. Las mujeres no estaban siempre marginadas o supeditadas en la tradición oral más antigua,  como veremos en los cuentos de esta web, y puede que los cuentos populares correspondieran por el contrario a sociedades matriarcales. Caperucita Roja inicialmente se salvaba sola por medio de su astucia; y fueron los recopiladores posteriores los que fueron cambiando su papel en el cuento. En el siglo XVII, Perrault la castigó dejándola devorada por el lobo y, dos siglos más tarde, los hermanos Grimm inventaron un cazador masculino que tenía que acudir en auxilio de la indefensa niña. Los cuentos se van adaptando a las distintas sociedades, y, tal vez, en este siglo XXI, va siendo hora de que rescatemos las versiones tradicionales más olvidadas en las que las mujeres no tenían papeles pasivos, sino que eran muy valientes y se defendían solas.

bottom of page